Erika.




Recapitulando una vez más:
Han pasado varios años desde que el rumbo de mi vida parece algo inestable, con altas y bajas, disfrutando del "dolorcito" que parece vivir de mi sonrisa fingida.

No he tomado "chochos", creo que me retiré de eso, al menos por ahora no han sido necesarios, aunque no me ha llegado la inspiración que me vuelve loca.

Cuando me rompieron el corazón no tenía idea de que manera me iba a doler, no tenía ni la mínima idea de como afectaría mi entorno, de como cambiaría todo en tan poco tiempo. Ahora soy más reservada con mis sentimientos, siempre he preferido las letras y no las palabras, ciertamente no había encontrado quien fuera lo suficientemente "cuerdo o loco" para leerme. Algo he aprendido con los años, es que no todos tenemos la capacidad de escuchar y entender sin juzgar. ¿Para qué poner mis sentimientos en tela de juicio?

Tú tan rara para mí, tan segura de ti, tan independiente, tan intensa.
Día a día fuiste debilitando mi protección, no lo noté hasta que ya estabas tan adentro de mí que ya no pude sacarte, porque sin ti ya no estaba completa, te convertiste en mi musa, en mi sanadora, en la loca que podía entenderme realmente. 

A veces para demostrar el amor que sentimos es necesario alejarse, a veces es mejor plantear distancia entre los dos mundos paralelos que nunca se unirán y no seguir causando dolor.
Porque mi Only one, me enseñó entre tantas cosas... Que a veces es mejor vivir con el dolor constante en ti que en otra persona, porque apenas lo comprendí; es mejor que me duela a mí antes que a ti, porque si sigo junto a ti sólo te causaré tristeza.

Alguien dijo por ahí "mi más grande muestra amor por ti", eso haré... Te voy a demostrar lo importante que eres mí, prefiero tu felicidad antes que mi estúpida sonrisa y suspiro.

Desearía haber podido corresponder ese beso que nos pudo detonar, pero no fue posible, no pude y no podré hacerlo, por eso es mejor decir adiós.