La teoría absurda.




He imaginado mil escenarios distintos para encontrarnos, he planeado mi diálogo, he memorizado cada gesto, cada movimiento de mi cuerpo. 

Ideé la forma más sencilla pero complicada para caer de nuevo en tus letras. 
Encontré el tono exacto de tu voz en mi memoria, de todas las preguntas que me puedas hacer ya tengo la respuesta correcta.

Aunque haya pasado el tiempo, aunque ya no piense a diario en ti, aunque ya no escriba tan seguido para ti, aunque crea que eres asunto superado, volví a derramar esa copa de vino en tu memoria. No sé realmente lo que signifique, tengo dos teorías:
1. Porque no he podido cerrar el ciclo vicioso de ti. 
2. Porque ya han sanado completamente mis heridas de ti y mi loca razón no lo comprende, tal vez extraña el dolorcito de ti. 

¡Qué tontería! Volveré por otra copa.