La pandemia curativa

 En los últimos años he sufrido diferentes tipos de dolores, malestares y manías, sobre todo en el último par de años, parece que la vida me fue preparando inconscientemente para una batalla contra la locura y el mundo paranoico.

Vi mi mundo y mi estabilidad emocional pender de un hilito llamado "Extorsión", un individuo creyó que era una buena idea jugar con mi mente, mi corazón y mi cuerpo, algunos pensaron que fue mi culpa, otros que fue culpa de Superman pero en realidad no fue nuestra culpa, somos dos adultos responsables, la verdadera culpa es de la mala persona, de la sociedad tan podrida que somos, de la "justicia", del gobierno y del miedo que ya nos han causado. 

Después el trago amargo, se hizo todo a un lado por la maravillosa, amorosa e inesperada pedida de matrimonio, por en ese momento todo parecía rosa nuevamente, fue perfecto y mágico. 

Pasaron meses tranquilos hasta que soñé que mi abue me decía que se quería ir al cielo y ser libre, sin dolor. Pocos días después estuvo hospitalizado, intubado y al final se fue, algo tan crudo, consiente pero sumamente triste, mi primera experiencia cercana con la muerte, jamás imaginé que a los dos meses también perdería a mi otra abue, ellos fueron parte esencial en mi vida, mi personalidad y creadores de muchos recuerdos que hoy guardo cautelosamente.

Soñaba con una boda perfecta, un día soleado, llena de amigos, de familia, de buena vibra, con mis 4 abuelitos presentes, quería que todo el guión se siguiera al pie de la letra... ¡Qué idiota! Llegó el bendito bicho al mundo, a México y nos mandaron a encerrarnos en casa UN FUCKING día antes de la boda, no entendía porqué, la vida me estaba jugando sucio, mi otra abue ingresó de emergencia al hospital y la intubaron, mi mamá estaba hecha un manojo de nervios y tristeza, no la culpo, pensé en cancelar todo y huir pero no podía hacerlo, no solo se trataba de mí, ya había otra persona involucrada, mi Superman. 

La fiesta se hizo, no la disfruté; todo lo contrario; LA AGONICÉ, le quité el filtro rosa a la vida y me dolió tanto enterarme que mi burbuja era una utopía.

 Sentí la mala vibra por cada rinconcito, la envidia, los celos, por primera vez desde hace muchos años me sentí completamente sola a pesar de tener más de 200 invitados. Estuve en shock toda la fiesta, fue un gran alivio ver el lugar vacío, por fin llegamos a casa, ahí sentí la verdadera paz y calma.

La realidad absoluta no existe, cada persona la vive de diferente manera y está bien, el problema llega cuando piensa egoístamente y no sientes empatía por el prójimo. 

Perdí a dos personas muy cercanas, una a la que amo con tanta fuerza que duele y a otra que consideraba parte de mi manada pero que nunca lo fué. A las dos las quiero, no hay punto de comparación entre ambas, una me da vida y la otra lo hacía a ratos pero igualmente apachurraron mi corazón, aunque creo que realmente la causante del mal soy yo, por pretender que todos vivan desde mi propia realidad (Algo estúpido e imposible), ya entendí, así no funciona. La realidad y verdad absoluta no existe, es relativa.

La pandemia nos ha quitado tanto pero irónicamente a mí me dió más... Entendí, aprendí, amé, me despedí, crecí, lloré, perdoné y solté. No queda más que decirle a la vida ¡Gracias! Dolíó el proceso pero estoy renaciendo, la versión anterior no se le parece a lo hoy soy, estoy feliz, agradecida y preparada para trascender. 

Cuando alguien hace cualquier cosa con amor se siente, se contagia, se regresa y se multiplica.