Lo posible nunca más será.

Me enteré por ahí que vas a marcharte, no sé si ya lo hiciste y si es para siempre, solo estoy segura de lo mucho que me he perdido de ti.

 Han pasado ya un par de años desde que ambas decidimos ponerle punto final, un par de años dónde la vida nos ha llevado por diferentes caminos, tengo la certeza de que eres feliz, yo también lo soy, pero confieso que aún sigo temblando cada que veo unos rizos negros, creo que eso nunca cambiará. 

Mi vida dió un giro de 360°, me siento con mucha más responsabilidad afectiva, más empática, más madura y más flexible. Sé que estarías más que orgullosa de mí, así como yo de ti. 

He de confesar que ya no te extraño, ya no me haces falta y realmente no tengo la necesidad de saberte, pero no nos despedimos mirándonos, dicen que los ojos son la ventana del alma ¿No?

 Es que un amor como el nuestro, necesitaba una despedida con el alma, sin palabras, sin máscaras, solo nuestras miradas y no pudo ser. Tengo una pizca de esperanza, tal vez alguna vez cruzaremos miradas una vez más o no, tal vez ahora lo posible nunca más será.