Serenidad
Con arritmia cardíaca, le imploré a ésa silueta perfecta, con colores cálido, de ojos inmensos y paz cegadora.
Cerré los ojos y junté las palmas, deseando una luz angelical; como la de ella.
Cerré los ojos y junté las palmas, deseando una luz angelical; como la de ella.
Imaginé sus bellas manos acariciándome el cabello y regalándome la sensación de tranquilidad que no he logrado encontrar.
Escuché por ahí qué la serenidad llega cuando hablas con ella, y así fue.
Escuché por ahí qué la serenidad llega cuando hablas con ella, y así fue.