Karma

Sin telarañas en la mente. Cosas claras, cada quién con su cada cuál.
Así, sin mentiras ni enredos... 

Fiel creyente de tu existencia, fiel seguidor de tu autonomía.
No juzgo ni voy a intentar justificar las acciones.
Acepto y me perdono por cada decisión, por cada palabra que salió de mi boca y de mis dedos. Soy culpable de los impulsos que genera mi adrenalina.

No uso pretextos, no me gustan. 
Como adulta afronto mis acciones, dejando a tu criterio las medidas que deban ser tomadas en mi contra. No me arrepiento de nada.

Libero la energía negativa que ciertas personas pueden llegar a producir en mí, 
no necesito contaminar mi espacio. Soy feliz con lo que tengo, soy feliz con lo que doy.

No son indispensables las situaciones incómodas, no logro entender porque me gusta
involucrarme en ellas. A partir de hoy, me doy un baño de aceite.
Cada quién tiene lo que merece. Sin importar las máscaras, sin importar las apariencias.
Todos tenemos ésa voz interna que no podemos engañar.

Dejo en tus manos mi cruel agonía que no fue citada.