Te sigo extrañando.




¿Cuántos años han pasado desde que nos conocimos? Mínimo la mitad la he pasado pensando en como podría olvidarte, no es cosa de risa; pero sí, amo el humor negro de la vida. 

Hay que reconocer que los años felices, valen por días infinitos ¡Valió la pena! ¡Valió la pena arriesgarme a perder y perderte! Dejaste ése tatuaje hasta la posteridad. 
También valieron la pena todas esas noches de agüita salada, todas las palabras que te escribí y no me atreví a enviártelas, valió la pena sentirme morir cada lluvia, valió la pena odiarte con la misma fuerza con la que te amaba. 

Acepto que fueron días muy, muy tristes... Muy estilo "Canciones en Messenger" (sé que si algún día pudieras leer ésto me entenderías). 

Y sí, tu miedo a que me volviera una fármaco dependiente se hizo real, jamás había sentido la brutal necesitad de ingerir pastillas que desordenaran mi cuerpo y durmieran a mis pensamientos, algunas veces lo lograba, otras más todo lo contrario, también mis venas tuvieron más alcohol que glóbulos rojos, pero fue una etapa temporal... Una de esas noches tan deprimentes, el alcohol me hizo un gran favor, mi gemela malvada me llamó dos veces, pero no me di cuenta porque estaba más perdida que despierta. Al día siguiente vi su número y aunque no sabía que era su número, algo en mi cabeza me dijo que era ella, (Sí, me ayudaron a confirmar que lo era) no sé lo que iba a decirme, o lo que tú ibas a decir... No me interesa saberlo. 

Fueron dos años muy grises, pero fueron los mejores hablando de dramatismo e inspiración, siempre mi Alter ego a flote.
Volviste y nuevamente te fuiste, ya no eras tú con quien pasaba horas conversando de tonterías, te fuiste, ya no sentí el mismo dolor, tal vez porque esa parte de mí se quedó dormida. 

Sería muy estúpido y cobarde si no reconozco que no podía perdonar tu traición y con traición me refiero a no quedarte conmigo hasta el final como tantas veces lo prometimos, no entendía porqué lo habías hecho, no creía en tus razones para hacerlo,  dudo que fueran suficiente.
Me costó tanto ponerme en tu lugar, pero lo logré; ya sin le venda que me tenía cegada por el dolor, lo entendí. 

En tu Top me pusiste antes que a ti mismo, era tan feliz por tenerte en mi vida que no me di cuenta de que sufrías en silencio por mí, porque no me veías como yo te veía a ti, sabiéndolo, no hice nada por detener tu dolor, creyendo que eras más feliz junto a mí... Y luego llegó ella, mi gemela malvada, tu salida perfecta del juego, te dio fuerza inhumana, pensaste en ti, en tu corazón, en tus sentimientos y en lo que yo nunca te iba a poder dar. Me alegra saber que hiciste lo correcto, no me perdonaría mantener esa situación hasta el final, no me traicionaste como antes lo creía, sólo te fuiste para ser completamente feliz, te fuiste a encontrar otra alma gemela. No sé si ella lo es, espero que sí porque una persona tan especial como tú, lo merece, merece toda la felicidad. 

Me gustaría encontrarte, me gustaría tener una última conversación... 
Y si algún día lees esto: 
Simplemente gracias, existe un notable cambió en mi persona desde tu llegada y tu partida. Me enseñaste tantas cosas, sigo con las mismas filosofías, con la misma esencia, confiío en que también tú, al final, siempre nos hemos parecido tanto, como almas gemelas ¿no?

----------------------------------------------
Vengo del futuro.
Sí, sí habrá una última conversación, ambos se agradecen y están en paz. 
No, no mueres de dolor.