K a r m a is a bitch!

Soy una fiel creyente, a veces un poco incrédula pero nunca atea. 
Me había preguntado tantas veces por qué a la gente buena es más probable que le pasen cosas malas y por qué a las malas parece que les sale todo bien, no entendía.

No presumo de ser Calcuta, pero tampoco he sido mala. En los últimos años tuve rachas muy intensas, muy sentimentales, viviendo al límite. Después comenzó a llegar la calma, parece que te acordaste de mí, creo que me estabas confundiendo con alguien más y por fin quitaste tu dedo de mi renglón. 
Aunque seguía viendo mi alrededor y había un feeling de injusticia... 
Me empeñé en encontrarle el lado bueno y a cambio, me hiciste reafirmar mi fe en ti. 

Tarde pero llegas, muy lentito pero siempre seguro, a menor o mayor intensidad, en una o varias dosis. 
No celebro la pena ajena, es algo con lo que no puedo lidiar pero sí agradezco que la lección haya llegado. 

Ahora siento una especie de paz, ahora puedo continuar, eso es lo que faltaba para desprenderme. 

Gracias Karma.