Only One

Querido, muy querido, Only one: 

Hace muchos años fuimos almas gemelas, sin conocernos físicamente, conectamos desde el día cero, esa conexión fue más allá del monitor, nos convertimos en confidentes y amigos. Después nos vimos por primera vez y todo se potencializó, fuimos muy felices bailando juntos bajo la lluvia de aquel día. 

No supimos que hacer con tanto amor, no pudiste callar tu corazón y yo no pude poner la barrera, en algún momento dudé y nos imaginé, pero fui sincera y no pude corresponderte de esa manera.

Intentamos, vaya que intentamos seguir caminando juntos, hasta que ya no pudimos más y nos soltamos. Pronto nos convertimos en extraños con recuerdos en común. 

Me aferré a ti como no tienes una idea, te lloré mares y por supuesto que me hice adicta al dolor de tu ausencia, al dolor placentero que causaba la herida de las memorias. Me volví adicta a recordarte para no poder olvidarte, si no podías permanecer conmigo, tus recuerdos sí que se quedarían. 

Escribí un millón de palabras, escuché millones de canciones trágicas, me hice preguntas que jamás fueron contestadas, hasta que por fin el tiempo cumplió su promesa y cicatrizó el daño. No me curó, simplemente aprendí a continuar con el vacío que dejaste, hice de nuestras vivencias, filosofías de vida que sigo practicando. 

Te solté de verdad, te escribí esperando no tener respuesta, te quería hacer participe de ese hecho histórico en mi vida, te dejé atrás... 
Te he visto dos veces desde entonces, dos veces dónde ya no siento tristeza, al contrario, te sonrió de lejos. 

Me siento afortunada de haber coincidido contigo, que entre tantas personas, precisamente nosotros hayamos coincidido. 

Te agradezco por el tiempo juntos y por el tiempo lejos, ahora comprendo que fue lo mejor para ambos y que como almas gemelas, cumplimos nuestra misión. 

Estoy en paz y me hace feliz saberte en paz también. 🤍