Mierda para llevar





La niña que creé en el mundo de las maravillas, la que confía ciegamente en el conejo blanco, la que es amiga de Alicia aunque ella sea la villana. 
Ella piensa que tiene kilómetros de papel y tinta interminable. Pero la verdad es cruel, y no tiene kilómetros de papel ni tiene la tinta interminable, ni siquiera tiene la inspiración suficiente para escribir algo épico.

Se encuentra atorada en el espacio, perdida, asustada y con un "me vale madre todo" pintado en la frente. Por las noches no puede dormir, pero tampoco tiene insomnio.

Tantos problemas, situaciones y personas, escuchó por las calles del reclutamiento: "Tal vez es por las decepciones..." Y se identificó.

La vida sigue, amigos llegan y otros se van, las decepciones están a la orden del día y ella simplemente ve la vida pasar.