Plegarias.
“¿Quién mató tu inocencia hoy?
Llegó el cambio de estación, una y otra y otra vez, hasta que nos volvimos a reencontrar. Ambos habíamos cambiado, en teoría más maduros, en la práctica no tanto.
Tu semblante cambió totalmente, aunque tu sonrisa se mantuvo firme, esos ojitos chiquitos ya no brillaban con la misma intensidad.
Te ví caer y tocar fondo varias veces, pero también te ví resurgir entre tus propias cenizas, hasta que ya no.
El tiempo pasó y borro los malos momentos como por arte de magia (memoria selectiva), solo te puedo recordar con esa mirada y esa sonrisa que precisamente hoy pude descifrar.
No sé qué hubiera pasado si… Pero quiero que sepas que aunque no, fui muy feliz de que pudimos compartir la vida.
Te recuerdo con amor, siempre lo hago, pero ahora es con un amor aún más especial, donde quiera que estés, aquí estás conmigo.