Plegarias.


 “¿Quién mató tu inocencia hoy? 
¿Dime dónde está el asesino del cuento? 

Desencuentro fatal, que ya no te veo… 
Si estás, empieza a gritar

Hoy mi corazón se encuentra fatal
Que voy por el mundo pensando en sanar esa herida

Recuerdo que no voy a borrar
Persona que no voy a olvidar 

Del infierno al Sol
Que solo por ti, yo vuelvo 

Búscame cuando haya amor
Que solo por ti a Dios le rezo”

Ví tus fotos pasadas, donde tu mente no estaba intoxicada, donde tu sonrisa estaba intacta y tu mirada no era triste, en esa época nos conocimos y aunque fueron escasos minutos, los conservo. 

Llegó el cambio de estación, una y otra y otra vez, hasta que nos volvimos a reencontrar. Ambos habíamos cambiado, en teoría más maduros, en la práctica no tanto.


Tu semblante cambió totalmente, aunque tu sonrisa se mantuvo firme, esos ojitos chiquitos ya no brillaban con la misma intensidad. 


Te ví caer y tocar fondo varias veces, pero también te ví resurgir entre tus propias cenizas, hasta que ya no. 


El tiempo pasó y borro los malos momentos como por arte de magia (memoria selectiva), solo te puedo recordar con esa mirada y esa sonrisa que precisamente hoy pude descifrar. 


No sé qué hubiera pasado si… Pero quiero que sepas que aunque no, fui muy feliz de que pudimos compartir la vida. 


Te recuerdo con amor, siempre lo hago, pero ahora es con un amor aún más especial, donde quiera que estés, aquí estás conmigo.