Aunque tú no lo sepas

Una despedida, al menos por cuarta vez, intentamos alejarnos y guardar distancia para sanar nuestras heridas supurantes. 

Sentí que podía vivir sin ti, sin tus letras y tu estúpida sonrisa boba, pasaron semanas y nunca antes pudimos respetar la distancia, siempre volvíamos a nuestro lugar feliz, nuestro chat, nuestras frases irónicas, nuestros secretos, solíamos terminar la oración del otro, nos conocíamos tanto… Hasta que ya no. 

Hasta que comenzamos a convertimos en dos extraños. 


Llegó ese día, aquel que fue el último, recibí tu llamada y te escuché llorar, esa llamada que pasó a ser la última, esas lágrimas se volvieron en amigas cercanas, y que nos dieron su consuelo mientras llovíamos. De haber sabido que sería la última vez, te habría dicho tantas cosas, tal vez si hubieras sabido todo lo que mi corazón calló, tal vez te hubieras quedado. 


Los meses pasaron y el dolor se sentía cada vez más profundo, te escribí miles de veces y ninguna vez tuve el valor de presionar “enviar”. Nunca tuve la valentía suficiente para pedirte que te quedaras, te dejé ir, pero nunca me dejaste doler. 


Me intoxiqué para borrarte, necesitaba un blackout, para que el corazón y la mente se callaran. Necesitaba borrarte, porque el dolor era punzante y apenas podía ponerme de pie para hacerle frente al mundo, un mundo sin ti. 


Evité caminar bajo la lluvia, pero el clima no ayudó y me acuchilló sin piedad, lloré; lloré tanto esa tarde, cada lágrima derramada se camuflajeó, tuve miedo de caer, de rendirme, de llamarte por una última vez, pero mi orgullo se puso valiente y no me lo permitió. Alcé la cara y le grité a la lluvia, le suplique que se llevará mi dolor y así fue, mi llamado desesperado fue escuchado y el dolor cesó junto con la tormenta.  


Ese día nos ví bailando bajo la lluvia por última vez y decidí soltarte, aunque nunca me dejaste de doler, aprendí a navegar sin tu compañía, aprendí a vivir sin ti... 



Aunque tú no lo sepas, de vez en cuando regreso a aquellos días en mi memoria, para tocar tus manos perfectas, para darnos abrazos eternos, para decirnos una y otra vez lo mucho que nos queremos y lo importantes que somos en nuestras vidas. De vez en cuando regreso a tu recuerdo para sentirte cerca. 

Aunque tú no lo sepas y no lo entiendas. 🌧️