2023





Casi termina el 2023 y con el, se van mis pensamientos más fatalistas y mi era más oscura. Este año la madre naturaleza me pateó con tanta fuerza que sacó a flote mis miedos más profundos, me sentí sola, pero al mismo tiempo me hizo conocer el amor incondicional, sincero y honesto, me abofeteo con tanta felicidad que creí vivir en un sueño. 

Ha sido el año más rudo de mi vida, el que más me ha hecho crecer y madurar como persona, como humana. También fue el año más inestable emocionalmente pero, con los pies bien firmes sobre el piso. 

Mi perspectiva se transformó y cómo un Pokémon, evolucioné. Pepito Grillo está muy orgulloso de mí, soy congruente con mi filosofía de vida y con mis acciones. 

Solía ser un clima impredecible y atípico, ahora me mantengo en calma, las tormentas y los huracanes ya no son destructivos.  

Las lágrimas de este año en verdad fueron sanadoras, me purificaron el alma. Todos los males que aquejaban este corazón palpitante están curados. 

Dejé de stalkear, dejé de preocuparme por cosas banales, hice las pases con mi pasado y me siento tan tranquila, estoy en paz con cada persona que escribió un pedacito en mi libro de vida. 

Sigo con constantes cambios, el 2023 principalmente me enseñó a ceder ante ellos, también estoy aprendiendo a soltar el freno de mano, a soltar el control de lo inevitable, a dejarme fluir. 

Creo que a las personas buenas, solo les pasan cosas buenas y precisamente por eso, hoy estoy aquí, sonriéndole a la vida. Nunca me sentí más amada y protegida. 

Dudo que sea la favorita de Dios pero, estoy segura que al menos sí soy una de sus consentidas, ese par de ojitos me lo comprueban. 

Gracias 2023, gracias por darme tanto amor apache. 

P.D. Hasta el penúltimo día me sigue poniendo aprueba... No pasa nada, aquí se vuelven a escribir las historias.