El divorcio.

Este año fue una prueba brutal para nosotros, tuvimos tiempo para pelear, tirar a matar y darnos golpes bajos, por el contrario, no tuvimos tiempo para hacer las paces, ni el amor, fuimos enemigos furtivos, dejamos de ser amantes y peor aún... Amigos, simplemente fuimos conocidos viviendo bajo el mismo techo. 

Por mi mente pasaron varios escenarios catastróficos, entre ellos el divorcio. Hoy, con los ojos bien abiertos y con la pupila dilatada, te veo, te siento, te admiro y te honro.

Eres el superhéroe que me ha rescatado, el galán de la película que espero todo este tiempo por mí, ese que sería capaz de saltar al vacío solo por mí. 
Eres el superhéroe que llegó para curarme cuando me sentí más herida, el superhéroe que me sostuvo cuando más derrotada estaba, eres mi hogar y mi razón principal para seguir teniéndole fe a la humanidad. 

Sé que mi vida seguiría sin ti, podría seguir respirando y sonriendo, podría continuar porque yo sé que puedo contra todo pero, la vida tiene un matiz amarillo y rosa desde que llegaste con esa luz sanadora, no te necesito para vivir,
pero, sí te quiero junto a mi para continuar recorriendo este camino incierto. 

Elegirte fue y seguirá siendo el mayor acto de amor propio, que tú me ames con la misma intensidad, simplemente es magia y un bello milagro, no sé que habré hecho en otras vidas, pero estoy segura que en está se han saldado las cuentas. 

Puede llegar el momento donde nos demos cuenta que ya no somos felices, que el amor se agotó de tanto usarlo o simplemente dejemos de ser amigos o tal vez no, tal vez nuestro destino es juntos, sanos y felices, no lo sé... 

Solo tengo la certeza de que hoy estamos en paz, llegamos a un acuerdo, elegimos amarnos de esta loca manera y estamos viviendo nuestro propio cuento de hadas moderno.