Gavilán o Paloma




Estoy sentada junto a ti, hay una muralla gris que nos separa, puedo sentir tu cuerpo, pero no estás aquí, luces cansado, al igual que yo. 


Se respira una gran incomodidad entre los dos, el silencio es sepulcral, estamos tensos. Decides levantarte y caminar buscando algo, pero no sabes que es, solo quieres salir corriendo al igual que yo. 


Me dices que vas a tomar una ducha y dejas tu celular junto a mí, antes de tomarlo pienso si es lo correcto o no, fue a propósito o no. 


Reviso tus mensajes, me basta con leer el último y darme cuenta que no eres feliz conmigo, que te sientes igual que yo y que hay terceras personas que nos hacen vibrar. 


Me paralizo y pienso que debo hacer ¿Reclamarte? ¿Eso dolió o se sintió como un alivio? ¿Puedo usarlo como pretexto para terminar esta relación y no sentirme culpable? 


Salgo corriendo, mi corazón está muy agitado, no sé a dónde ir, saliste del baño y me estás llamando, no voy a responder, huyó del lugar, apago mi celular y duermo profundamente, me siento extrañamente tranquila y aliviada. 


Despierto, enciendo mi celular y leo todos tus mensajes, me estás pidiendo perdón y aceptando que hay alguien más, que ella no quiere interponerse entre nosotros, ella te gusta, con ella hablas de cómo te sientes conmigo, ella te pide que termines conmigo para que puedan estar juntos, pero tú estás confundido… 


Me doy cuenta de que los mensajes que yo leí eran de otra persona ¿Cuántas hay? No importa, realmente siento indiferencia ¿Dejé de quererte? 


Me instalo en el papel de la novia indignada y sumamente decepcionada, te pido que terminemos. Me siento feliz y libre por fin, puedo continuar coqueteando con mi primer gran amor, al fin fui valiente y le dije que sí. 


Pasan los días y comienzo a perder la cordura, ya no siento ese golpe de adrenalina, creo que me aburrí. 


Choqué con ella, no le quité la mirada de encima y le sonreí, ella no pudo contenerse y agachó la mirada. 

Te veo de lejos sonriendo con ella, algo dentro mí ardió, no se si fueron celos o simplemente mi ego me está dando una gran dosis de escarmiento. 


Llamo tu atención, vienes a buscarme y ya estamos jugueteando, llevaba días con la cordura lejos de mi cabeza, así que no lo pienso mucho y te beso. Estamos bien, puedo seguir, tal vez me equivoqué al formalizar con mi primer amor y eres tú el indicado. 


Nuevamente estamos instalados en la monotonía, es muy aburrido, todo se siente igual, esto sí fue una gran error, pero no puedo parar, menos si ella está a lo lejos viéndonos. 


Mi gran primer amor me fue a ver, me rapto y sinceramente se sintió bien. Me confiesa que su ex novia quiere regresar, mis entrañas se contraen e irónicamente sonrío, otra dosis de escarmiento. 


Todo esto solo me deja pensando en una cosa ¿Soy un gavilán o una paloma?